5 cosas que distinguen el cerebro de un empático de otras personas

La empatía es un fenómeno que fascina al mundo.

La empatía, como cualquier otro rasgo de personalidad, difiere de persona a persona. Algunas personas son muy empáticas, lo que significa que pueden adivinar lo que sienten los demás e incluso pueden identificarse con la otra persona. Las personas que no sienten empatía por ellos son todo lo contrario: no se ponen en el lugar del otro y solo ven su punto de vista.

Ser empático es un regalo y estar en presencia de una persona empática es una verdadera bendición. Los empáticos son grandes amigos debido a su capacidad para leer el lenguaje corporal y los pensamientos de las personas. También significa que la empatía tiene una gran compasión por los demás y puede ser difícil experimentar todas las emociones a través de lo que los demás te dan.

Pero, ¿cómo es posible que algunas personas tengan más poderes empáticos que otras? En The Empath’s Survival Guide, la autora Judith Orloff analiza las explicaciones científicas de las personas empáticas.

 

 

1. Aumenta la sensibilidad a la dopamina.

La dopamina es un neurotransmisor que aumenta el placer que sentimos. Un estudio mostró que los empáticos introvertidos tienden a tener una mayor sensibilidad a la dopamina que los extrovertidos, lo que significa que la necesitan para sentirse felices.

Esto explica por qué a los empáticos tímidos les gusta pasar tiempo a solas, meditando y leyendo. Necesitan menos estímulos externos como fiestas y reuniones sociales para sentirse cómodos. Por el contrario, los extrovertidos tienen que comunicarse y socializar para obtener su dosis de dopamina.

 

 

2. Sinestesia.

Sinestesia.

La sinestesia es un estado neurológico en el que dos tipos diferentes de sentidos se emparejan en el cerebro. Por ejemplo, escuchas música cuando ves colores o puedes escuchar palabras. También existe una «sinestesia de espejo», lo que significa que podemos sentir las emociones y la energía de los demás como si fueran las nuestras.

 

 

3. El sistema de neuronas espejo.

Hay un grupo especializado de células cerebrales responsables de la compasión y el dolor por los demás. Estas células te permiten experimentar y comprender por lo que está pasando la otra persona, su alegría, su dolor y todas las demás emociones. Los empáticos tienen neuronas espejo hiperreactivas y por esta razón pueden responder bien a los sentimientos de las personas.

A diferencia de las personas empáticas, los psicópatas, sociópatas y narcisistas no tienen este tipo de células en el cerebro, y por eso solo piensan en sí mismos y no entienden por lo que está pasando la otra persona. Estas personas son incapaces de amar incondicionalmente y pondrán sus necesidades y comodidad por delante de los demás.

 

 

4. El contagio emocional.

El contagio emocional significa que las personas pueden desprender energía y emociones. Si alguien está estresado, también puede afectar a las personas compasivas que lo rodean. O cuando alguien llora, los empáticos también se entristecen.

En un artículo del New York Times se escribe que es fundamental que las parejas tengan un estado de ánimo sincronizado. De lo contrario, dañaría la relación. Entonces, ¿cuál es la lección aquí? Cuantas más personas felices y seguras tengas a tu alrededor, más feliz serás. Así que elige cuidadosamente a las personas con las que interactúas.

 

 

5. Campos electromagnéticos.

Campos electromagnéticos.

El último descubrimiento se basa en campos electromagnéticos, generados por el cerebro y el corazón. Transmiten información sobre los pensamientos y emociones de las personas. Los empáticos son más sensibles a estos campos e incluso pueden verse abrumados por las emociones de los demás. Las personas empáticas también se ven afectadas por los campos magnéticos del universo y sus cambios. Están más conectados con la Tierra que las personas no empáticas.

La empatía es uno de los rasgos más importantes. Es importante entender y considerar a los demás. Solo así todos los humanos podrán vivir en paz en la Tierra. Piensa siempre en cómo afectamos a los demás. Por otro lado, es importante no juzgar, sino tratar de entender lo que sienten y pasan los demás. Cuando tienes un empático en tu vida, debes mantenerlo porque es difícil encontrar personas que te entiendan completamente.