Esta meditación de 8 pasos puede ayudarte a abrir tu tercer ojo

Los hindúes y los budistas consideran el tercer ojo como un símbolo de iluminación y sabiduría. El tercer ojo debe estar asociado con la percepción extrasensorial, la intuición, la concentración y la «visualización interna».

Nuestro cuerpo espiritual tiene varios centros de energía. Estos se llaman «chakras». En sánscrito, un chakra es una rueca o vórtice. De los muchos chakras de nuestro cuerpo, siete se consideran los más importantes. Desde la base de la columna, los siete chakras están en una columna vertical hasta la parte superior de la cabeza. El sexto de la serie se llama el tercer ojo.

Estos chakras inicialmente permanecen latentes en nuestro cuerpo, por lo que primero debemos abrirlos o activarlos.

 

 

1. Tómate un tiempo para ti.

Te aconsejo que medites por la mañana. Puedes concentrarte más por la mañana que en cualquier otro momento del día.

 

 

2. Elige una posición cómoda para meditar.

 

 

3. Tome algunas respiraciones profundas.

Abre las puertas y ventanas de tu mente y deja escapar todos los pensamientos y sentimientos inquietantes.

 

 

4. Cierra los ojos y concéntrate en el área entre los ojos.

Cierra los ojos y concéntrate en el área entre los ojos.

Durante la meditación del tercer ojo, te conectas con tus energías internas y las acumulas para ayudarte a progresar a niveles más altos de conciencia espiritual. Obtenga la sabiduría para distinguir lo que constituye nuestro mundo material para ir más allá.

También puedes probar esta meditación mirándote en el espejo. Mientras inhala, concéntrese en el área entre las cejas. Visualiza una puerta al estado de iluminación: puedes permitir que la conciencia se desarrolle más allá de los niveles terrenales.

 

 

5. Deja que tu mente se pierda.

Al buscar el significado de tu existencia, creas una conexión con tu esencia interior a través de tu tercer ojo.

 

 

6. Encuentra el contacto con tu esencia profunda.

Haga esto mientras permite que su mente viaje a lugares que no puede imaginar que existan en el mundo material.

 

 

7. Ahora escucha las voces en ti.

Deja que estas voces resuenen con cada partícula de tu mente. Con respiraciones más profundas, deja que tu cuerpo y tu mente se dejen absorber lentamente por la energía liberada.

Esta energía se desplaza desde el tercer ojo hacia otras partes del cuerpo, transmitiendo sensaciones positivas a la columna, descendiendo hasta los pies y las plantas de los pies.

 

 

8. Ahora, imagina este flujo de energía animando tu vida «normal».

Estás más tranquilo y fuerte para enfrentar los desafíos porque posees el conocimiento divino capturado por el tercer ojo. Este sentimiento de «estar vivo desde dentro» también te permite transmitir esta energía a los que te rodean.

 

 

Una pequeña advertencia: muchas personas han dicho que han visto caras diferentes durante esta meditación. Tarde o temprano, tu tercer ojo comenzará a abrirse y revelar los rostros de vidas pasadas.

Verás los rostros de tus vidas pasadas, los rostros de personas de otras razas, tal vez incluso hadas y extraterrestres. También puedes ver imágenes demoníacas, pero no temas, ya que no te dañarán de ninguna manera.

Al canalizar la vibración del amor, puedes reducir la separación e integrar esos rostros o entidades como parte de tu Ser. Tendrás una experiencia espiritual enriquecedora que te permitirá darte cuenta de la inmensidad de la vida y del universo.