Cómo convertirte en el sanador empático que siempre tuviste que ser

Claro, puede que seas empático, pero ¿eres un sanador empático? Todos los empáticos tienen el potencial de convertirse en eso, pero pocos realmente lo hacen.

Los sanadores empáticos están un paso por delante de los empáticos, son los verdaderos empáticos. Estos empáticos son los que han superado sus debilidades y superado el dolor de los demás. Verá, los empáticos absorben las emociones de quienes los rodean, y la mayoría de los empáticos no saben cómo distinguir sus propias emociones de las emociones de los demás. Esto crea mucha tensión dentro de ellos y les impide dejar ir esas emociones.

Los sanadores empáticos han aprendido a liberar estas emociones y determinar qué les pertenece y qué no. Claro, suena fácil, pero en realidad no lo es. Convertirse en un sanador empático requiere mucho trabajo, tanto por dentro como por fuera. Si quieres convertirte en un sanador empático, debes hacer lo siguiente.

 

 

1. Elimina a las personas en tu vida que te están usando.

Si alguien viene a ti constantemente por algo y te deja con toda su carga, tiene que parar. Claro, a veces puedes ser una mano o un hombro para llorar, pero todos los días son demasiado.

Si alguien siempre toma pero nunca da, tienes que sacarlo de tu vida.

 

 

2. Deja ir las emociones y energías que no te pertenecen.

Deja ir las emociones y energías que no te pertenecen.

Antes de entrar cada noche, siéntese en el porche y, si es posible, medite. Deja ir todo lo que has absorbido a lo largo del día. Trae solo las emociones que te pertenecen.

 

 

3. Vigile sus pensamientos cuidadosamente.

Si no quieres que tu cuerpo sea un caldo de cultivo para las energías negativas, también debes deshacerte de tus pensamientos negativos. Aprende a ser más positivo. Mira todo desde el aspecto más positivo posible.

 

 

4. Tómate un tiempo para ti.

Tómate un tiempo para ti.

Dedique tiempo a recargar, y si necesita dar un paso atrás y respirar, hágalo. El tiempo a solas es esencial para todos los sanadores empáticos.

 

 

5. Da a conocer tus limitaciones.

Establece límites en ti mismo para los demás y las cosas que absorbes. Da a conocer estos límites y no los traspases. Guarda tus armas.

 

 

6. Toma conciencia de lo que está pasando.

Tomar conciencia de lo que está sucediendo.

Recuerda que lo que sientes no es tuyo. Sé consciente de tu don y aprende a usarlo. Renuncie a esas emociones, siéntalas por un momento y luego suéltelas.

 

 

7. Comparte con otros.

Cuando te sientas realmente deprimido, deja que alguien más esté ahí para ti. Aprende a abrirte y hazlo. Tienes un sistema de apoyo, pero no siempre eres tú quien debería usarlo.

Ser un sanador empático es una de las mejores cosas que una persona puede hacer. Usa tu don sabiamente y cuídate. ¡Este mundo te necesita!